Te doy las gracias por llegar hasta aquí. Debes saber que a amar se aprende, que el amor y las relaciones tienen dos caras, y conocer ambas nos da una visión completa de este sentimiento tan potente que mueve el mundo. Porque solamente amándonos primero a nosotros mismos, conseguiremos construir relaciones sanas y satisfactorias.

A mí no me lo contaron y tuve que descubrirlo a través de mis propias experiencias, no todas agradables. Mi objetivo es poder ayudarte, a través de mi método y acompañarte en tu viaje hacia la transformación de tus relaciones y tu vida.

Siempre he sido una persona alegre, enérgica, fuerte, muy apasionada y arraigada a la vida. Desde pequeñita todo mi entorno me confiaba sus secretos, me contaban sus preocupaciones y me delegaban sus decisiones más importantes. En ese camino adquirí grandes habilidades para escuchar, estar presente y resolver conflictos. Me convertí sin saberlo en una conciliadora natural llena de recursos para ayudar a otros a vivir mejor.

Tras 13 años apostando por el que creí “el amor de mi vida”, tenía un precioso hijo pequeño fruto de esa relación. Y de repente todo mi mundo se desmoronó a mis pies. Se acabó mi “historia de amor” por ser una relación inmadura que venía cargada de traumas emocionales no sanados.

Acudí obligada por mi mejor amiga a una life coach, y gracias al proceso que iniciamos recuperé mi autoestima y confianza.

La escuché, me escuchó y lloré mucho, pero abrí los ojos y me di cuenta de todo lo que podía cambiar en mi vida para ser más feliz.

¡Conseguí gestionar mis miedos y resurgí con más fuerza y amor a mí misma que en toda mi vida!

Decidí dejar mi trabajo de 23 años y ser lo que realmente estaba llamada a ser.

Con la maleta a cuestas cargada de las experiencias de mi vida, sabía desde mi alma que quería dedicarme a hacer lo mismo que en su día mi coach hizo conmigo: acompañar a personas que estaban en una situación no deseada, y acompañarlas a la situación dónde si querían estar. A la que merecen llegar en sus relaciones y en sus vidas